Iniesta, un jugador de talla XXL
El gol de Iniesta en Bruselas dará la vuelta al mundo. Cuando un jugador hace fácil lo difícil, el fútbol alcanza otra dimensión. En décimas de segundo se puede derribar a la más férrea defensa y aún queda tiempo para la foto. La enorme virtud de esta Selección es que ha encontrado una identidad propia y, dentro de la misma, el fútbol de Iniesta, de Xavi o de Cesc, encaja como un guante. No ha mucho estos mismos jugadores hubieran sido carne de banquillo, entre otras cosas porque tienen la buena costumbre de conducir machaconamente el balón y, encima, andan escasos de centímetros y músculo. Prejuicios de aquellos que evalúan el fútbol por las tallas de la camiseta. Esta generación de futbolistas rompe esas medidas con la fantasía.
A ello se une un carácter ganador plenamente consolidado. Han crecido en la victoria, desde juveniles. No saben jugar con la especulación ni con las tácticas conservadoras. Diría que acaban arrastrando a los entrenadores para que sean valientes en sus planteamientos. Lo mejor es que tanto Iniesta como el resto que forman la base del equipo tienen por delante de sí tres o cuatro citas importantes para seguir haciendo historia. Ayer dejaron medio sacado el billete para el Mundial porque, en contra de lo que pensábamos, Bélgica puede que sea el rival directo por el primer puesto, incluso por encima de Turquía. Toca disfrutar y alentar a este grupo para que no renuncie nunca a sus principios. Con victorias como la de ayer, daremos que hablar.