Del Kun a la garra de Raúl García
El Kun tardó cuatro minutos en exhibir su poderío, su sitio natural es la Champions, el territorio de los elegidos. Ahí, en la mejor competición, su fantasía se multiplica por cien. En ese minuto cuatro controló como un mago un balón lanzado por Maxi. Fue un control orientado perfecto. El balón llevaba destino hacia la portería del Olympique desde que el Kun estiró la puntera para recibirlo muy suavemente, casi con mimo. Agarrado a las genialidades de su estrella, el Atlético camina firme y seguro por la Champions. Porque el gran Agüero ya no está solo. El equipo crece desde atrás, con los formidables Heitinga y Ujfalusi y ahora se agranda en el medio del campo. Assunçao ejerció de medio centro con fuerza y un gran sentido de la colocación.
Yjunto a Assunçao, un magnífico Raúl García. Jugó uno de los mejores partidos que le recuerdo. Estuvo en todas partes, generosísimo en el esfuerzo, apoyando a todos, tapando huecos desesperadamente cuando el Marsella se apropió del balón y amenazó con aguar la fiesta del Atlético en su reencuentro con la Champions. Raúl García le dio oxígeno a este Atlético de Javier Aguirre, que siempre apostó por el navarro, que ahora le recompensa con partidazos como el que se marcó anoche. El Atlético empieza a ser un equipo trabajado y solido. Ahora tiene un armazón que sostiene el edificio. Y arriba un futbolista decidido a enseñarle a toda Europa que es un número uno. El Kun ha elegido la Champions como rampa de lanzamiento. Y está imparable.