Punto de la reconquista

Punto de la reconquista

Los pinteños presumen, y parece que con razón, que el centro exacto de la península Ibérica es Pinto, a 20 km al sur de Madrid, y no la Puerta del Sol. Los árabes lo demostraron y antes, los romanos la llamaron Punctum, el Punto, cruce de caminos de las calzadas de la antigua Hispania. Allí nació hace 25 años Alberto Contador, un chaval al que enseguida se le descubren dos objetivos: transformarse en un campeón y reconquistar el interés de la afición por el ciclismo.

Cuando le preguntan qué es lo que más le ha gustado de esta Vuelta, no cita su triunfo en el Angliru o la Triple Corona, responde: "La respuesta del público, la cantidad de aficionados en los puertos, en las metas". Contador se ha echado esa responsabilidad sobre sus espaldas y aprovecha su tirón popular. Nunca niega un autógrafo, una foto, una declaración. Como mucho, cuando se siente agobiado, se sube a la bici y pedalea como si tuviera mucha prisa para no dar tiempo a que le paren.