En pintura, apueste al negro
No se pueden conseguir títulos con un español como pívot titular". La frase corresponde a Pedro Ferrándiz, quien consideraba casi imprescindible un fornido negro americano para dominar la batalla de las zonas, de la pintura. Han sido la contrataciones de Jeremiah Massey y Quinton Hosley por parte del Real Madrid las que me ha hecho recordarla, y plantearme si aún tiene validez. Creo que, salvo un utópico regreso de Pau Gasol, ese criterio sigue siendo certero. Y la mejor prueba es que, al fallar Papadopulos, al Madrid no le bastó disponer de un Felipe Reyes espléndido, en el mejor momento de su trayectoria deportiva.
El progreso del baloncesto español ha derrumbado muchos mitos. Se ha visto que nuestra Liga podía superar a la italiana, que nuestros técnicos son tan buenos como los (ex) yugoslavos y que nuestros jugadores han alcanzado nivel NBA, pero queda pendiente esa asignatura del familiarmente calificado animal de la zona, el jugador que aglutina músculo, calidad y estatura. En esa faceta aún es aconsejable apostar al negro. El Madrid aprendió la lección frente al Unicaja de Ndong y Haislip. Eso explica el fichaje de Massey, una oportuna ficha en la casilla oscura.