Miguel no tendrá que borrarse
Amenazaba esta semana el gran Miguel San Román con borrarse del Atleti si seguía ganando los partidos con facilidad y goleando. No tendrán que sufrir las filas rojiblancas tan sensible pérdida y Miguel seguirá sufriendo con el equipo como a él le gusta, porque el Atlético volvió en Valladolid a las andadas y en el primer tiempo dio un recital de regalitos y en el segundo ya no pudo ante un equipo que se había quedado con diez por la expulsión de Pedro López, que se olvidó de que tenía delante a Medina Cantalejo, el más rápido de los árbitros con las tarjetas. El Atlético tuvo una salida desastrosa. El virus FIFA había dejado a Forlán en Madrid y al Kun Agüero en el banquillo. Y este equipo sin ellos es más previsible y menos temible, le faltan sus señas de identidad.
Yencima la defensa sin Heitinga nos recordó durante la primera media hora a la de la temporada pasada. Todos, con Coupet pegado a la raya, se mostraban como un flan en cada falta lanzada desde cerca del área. En una de ellas llegó el primer gol tras un fallo del francés. El segundo fue un penalti de juvenil que cometió Assunçao, en otra falta mal defendida, claro. Dos regalitos y el partido se puso para el Atlético como El Anglirú. En el segundo tiempo apareció el Kun y durante un rato el Atlético jugó bien, dominó, acortó distancia con un golito del argentino. No fue suficiente, porque Sergio Asenjo se agigantó y al equipo se le acabó la gasolina. El Atlético sigue empeñado en hacer sufrir a los suyos. San Román no tendrá que borrarse. Este es su Atleti.