La afición, de diez. Ayer se sobrepasó la cifra de 20.000 abonados como ocurrió en la última temporada con el equipo en Primera División. Es posible, porque se rozan los 20.200, que de aquí a que cumpla el plazo, allá por el 13 de septiembre (antes del primer partido de Liga en La Rosaleda), se sobrepasen los 21.000, lo que sería algo magnifico y además daría un empaque tremendo a un club y a una ciudad para afrontar la Liga de los Ases. Afición hay. Ya está bien de tanto Madrid y tanto Barcelona como dicen algunos. En esta ciudad cosmopolita hay de todo. Malagueños del Real Madrid y del Barcelona, de otras ciudades que son de los dos equipos teóricamente más grandes y con más dinero. Pero aquí hay muchos malagueños malaguistas, cada vez más, y muchos que son de otros puntos de España que se han hecho del Málaga.
Los jugadores no se podrán quejar del apoyo y ahora tendrán que ser ellos los que, con su juego, encandilen a unos seguidores que domingo tras domingo van a llenar La Rosaleda. Había muchos escépticos que dudaban de que se pudieran conseguir los 20.000 abonados y yo, desde que terminó la Liga con el ascenso del equipo, estaba seguro de que habría incluso más. No me he equivocado; y eso que no ha habido fichajes relumbrantes, que es lo que le gusta a la gente. Pero los nuevos y los que se han quedado son futbolistas que van a luchar por una causa, por un escudo, por un club y por una ciudad. El Málaga es un sentimiento. Volveré.