Un año de transición para nuestros pilotos
Esta temporada está siendo bastante complicada para nuestros pilotos y se me antoja que va a ser muy difícil que obtengamos algún título, aunque Dani Pedrosa y Álvaro Bautista todavía mantienen alguna opción. En 125cc la actuación española ha sido tan decepcionante que puede que sea una de las peores temporadas que recuerdo, pero lo más alarmante es que hasta el momento no he visto ningún piloto con maneras de crack. Creo que la codicia de algunos y la impaciencia de otros están forzando demasiado la carrera de chavales que no han acabado ni el bachillerato. Démosles tiempo. La única alegría podría ser que nuevamente Derbi gane un mundial con Di Meglio (bien por la resurrección del motociclismo francés), el noveno. El cuarto de litro tampoco va a ser una temporada para enmarcar. El nivel exhibido tras la marcha de Lorenzo y compañía no es nada del otro mundo con excepción de Simoncelli, al que le veo un grandísimo futuro en la máxima categoría, y Álvaro Bautista, quien pese a ser la gran decepción de la temporada sigue apuntando muy, pero que muy alto.
La gran sorpresa es Héctor Barberá, que ha recuperado un crédito que tenía agotado. Además de darle al gas, piensa. En cuanto a Álex Debón nada que objetar, bien. Pero el gatillazo de la temporada ha estado en MotoGP. Lorenzo y Pedrosa se han desinflado tras haber liderado ambos dos el Mundial. Al mallorquín, mejor novato del año, le ha vencido la impaciencia y a Pedrosa el exceso de entusiasmo en Alemania y la decadencia en la que están sumidos Honda y Michelin. El Mundial será para Rossi o la Ducati. Total, que por ahora lo mejor del año ha sido la victoria de Carlos Checa en las 8 Horas de Suzuka, triunfo que nunca había logrado un piloto español.