Unai Emery se merece el cielo

Hay boxedores que ganan por cómo golpean y otros por cómo encajan y esperan para lanzar su golpe maestro. Unai Emery es de los segundos. ¿Se han puesto en su piel? De aquella cumbre en Alicante, que quiso tener con todos los que mandaban, no queda ni uno. En esa cita de junio, estaban Soler, Wollstein, Morera y Sánchez, que resiste sin galones y ya veremos si continúa. Emery va a hacer un máster de inestabilidad en el Valencia, que si no te atropella, te hace catedrático. Después, cualquier club problemático te parece una balsa de aceite. En Alicante asumió la venta de Villa a cambio de la continuidad de Silva, que para él es imprescindible. La frase anterior, es oro de ley y me juego una de las dos manos con las que estoy escribiendo. Su nuevo jefe pasó a ser Villalonga, que se lo cargó el primer día de trabajo con el tema Aragonés. A continuación le cambiaron a Azkargorta por Sanchez.

Yde nuevo ahora tiene otros jefes: Soriano y Fernando. Todo en dos meses. Imposible más. Y Unai aguanta y capea el tsunami con sencillez. Y me juego la segunda mano a que, cuando Soriano no era nadie pero lo podía ser en breve, Unai quiso saber su opinión. Y recibió este mensaje: "Estáte tranquilo; has hecho un gran trabajo en Almería y no te voy a echar si entro". Esas palabras cobran mucho valor ahora para los dos. Tengo una corazonada: Emery va a hacer algo grande en el Valencia, porque se merece el cielo deportivo con todo lo que ha aguantado y aguantará. Es el junco de la Liga.