De Dacal y Balita a De la Nieve
Vuelve el boxeo español a los Juegos después de un largo paréntesis, desde que Balita Lozano se lanzó a la aventura como profesional. Balita, cordobés, valiente, zurdo, fue una garantía de medalla, consiguió una de bronce y una de plata. Después de él, el vacío. O eso parecía. Hasta que llegó Kelvin de la Nieve. Nació en la República Dominicana, vino a España con once años y se hizo boxeador en Huelva. Y ahí le tienen: clasificado para Pekín 2008 en la categoría en la que más han destacado los peleadores aficionados españoles: el minimosca.
El primer boxeador español que consiguió una medalla olímpica fue Enrique Rodríguez Cal, asturiano, zurdo y también minimosca. Aquella, la de Dacal, fue la edad de oro del boxeo amateur español, que contaba con una selección a la que se podía calificar de temible. Aquel era el equipo de los Rodríguez, un magnífico grupo de peleadores. Kelvin tendrá un buen maestro en su esquina: Manel Berdonce, el Tigre de Tetuán. Fue campeón de España y no llegó mucho más lejos porque le faltaba pegada. Sus consejos le harán falta a Kelvin para estar a la altura del prestigio que se ganaron los boxeadores españoles en los Juegos Olímpicos. En otros tiempos.