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Un muñeco de pim, pam, pum

Soler y Juan Villalonga han dado un montón de patadas al Valencia como si fuera un muñeco de pim pam pum... Al murciélago del escudo no le quedan alas y tiene la cara roja de vergüenza. Lo sucedido ayer es patético. Cada uno a lo suyo: Soler, que está asfixiado económicamente, a recuperar el dinero de su juguete roto (por él mismo). Villalonga ha querido controlar la entidad sin poner ni uno. Y Vicente Soriano gestionar, solucionar y presidir. Los dos últimos no han engañado a nadie. Pero Soler ha jugado con los dos. Con Villalonga y con Soriano llegó al mismo acuerdo y con los dos lo rompió. Soriano (segundo máximo accionista de la sociedad con un 10%) trajo a Villalonga para comprarle juntos a Soler su 37 % de acciones. Luego, Soriano rompió con Villalonga. Después, Soler y Soriano llegaron a un acuerdo: Soriano Presidente, traía comprador para las torres de Mestalla, aliviaba a Soler de su marrón económico y tenía una opción de compra de las acciones. Pero Soler se arrepintió por celos.

Entonces, firmó con Juan Villalonga, para 15 días más tarde romper con él y juntarse con Soriano, que hoy será Presidente con un ¿nuevo Consejo de Administración? Soriano es ahora la esperanza si de verdad tiene las soluciones que aseguraba. Pero el problema no se ha extirpado todavía: el mayor accionista sigue siendo un Juan Soler al que hace tiempo que le dejó de importar el Valencia CF. Sólo quiere recuperar su pasta. Le da igual quién se la traiga y lo que haya firmado.