Vender pero a precio de capricho
Si es verdad que el club es más rico que nunca, tiene poco sentido vender patrimonio. Robinho y Baptista son activos que no tienen fecha de devaluación. Ambos costaron más o menos lo mismo, pero a día de hoy el primero vale el triple. Y eso que muchos de sus detractores siguen diciendo que no han visto nada relevante en sus tres temporadas como jugador blanco. Atendiendo a los precios del mercado de verano, Robinho vale cerca de cincuenta millones y Baptista quince. Pues tomando como referencia esas cifras, todo loco que las supere, que se los lleve, con reproducción en plata del Bernabéu incluida.
No tengo dudas de que el Chelsea no ha ofrecido sesenta millones por Robinho. De ser cierto, estaría en Londres desde hace días. Tampoco me creo lo de los veinte millones de la Roma por Baptista. Ahora ya hablan de una cesión. Cuando vendes porque al millonario de turno le ha dado un ataque de capricho, debes poner en la lista a todos. Lo de las renovaciones de por vida y otras zarandajas están bien para premiar fidelidad, aunque la realidad es otra: nadie resulta imprescindible. ¿Usted no vendería a Casillas por cien millones? ¿Y a Raúl por veinte? Otra cosa es que ellos se quisieran marchar del Madrid. En el caso que nos ocupa, Robinho y Baptista se marcharán, siempre que ellos también se forren.