La camiseta de Marcelino
Hasta el 29 de junio de 2008 existían dos formas de sentir la grandeza del fútbol español a nivel de selecciones. Una era tirar de videoteca y contemplar el blanco y negro de la final de 1964, donde tocamos la gloria, o repasar la final de 1984, donde nos volvimos a cebar con la mala suerte. La otra manera era acercarse a la redacción de AS y contemplar, casi tocar, la camiseta azul de Marcelino, el hombre que nos regaló un título en el Santiago Bernabéu con el 9 a la espalda. Pero eso se acabó este 29 de junio en Viena, en el estadio Ernst Happel, en el antiguo Prater, a la sombra de la noria en la que Orson Welles imaginó a Joseph Cotten en El tercer hombre. Un estadio para cerrar bocas y maldiciones. Un estadio donde se acabaron leyendas.
Historias crueles de un maldito bambino, de una lesión de Di Stéfano en el Mundial de Chile, de un gol que Cardeñosa nunca marcó en el Mundial de Argentina, de un gol de Armstrong en el Mundial de España, de un tanto de Platini a Arconada en la Eurocopa de Francia, de un golazo de Míchel a Brasil en el Mundial de México que negó Bambridge, del penalti de Eloy en la misma cita, del 'me lo merezco' de Míchel en el Mundial de Italia, del gol de Yugoslavia en el que el mismo Míchel agachó la cabeza en la barrera, del gol que Julio Salinas nunca marcó en el Mundial de Estados Unidos, del codazo de Tassotti a Luis Enrique en tierras americanas y las lágrimas de toda España en 1994, de los penaltis fallados por Hierro y Nadal frente a Inglaterra en la Eurocopa de 1996, del gol que se metió Zubizarreta en el Mundial de 1998, del agónico gol de Alfonso frente a Serbia en la Eurocopa del 2000, del penalti fallado por Raúl en medio de un negro televisivo en la misma cita de Holanda y Bélgica, de Joaquín, Morientes, Helguera y el robo que Al Gandhur nos hizo en el Mundial de Corea, del fiasco de Iñaki Sáez en la Eurocopa de Portugal, del roto que nos hizo Zidane el Mundial de 2006? Historias que ya no cuentan porque España, al fin, es campeona de Europa y la camiseta de Marcelino del AS tendrá en breve otra que le acompañe.