Pluriempleo en el balonmano

Pluriempleo en el balonmano

Se habla de la dureza del ciclismo, de su tremendo calendario que prácticamente impide a cualquier ciclista correr las tres grandes vueltas. No digamos de la exigencia de esta NBA que está a punto de acabar y que nos va a dejar a Gasol exhausto tras casi un centenar de partidos, partidos además día sí y día no viajando de costa a costa. De todos es también conocida cuán implacable resulta la temporada de tenis, y ahí vemos a Nadal dejándose su juventud cada semana, porque a un torneo sucede otro, y otro, y otro. Los protagonistas de todos estos deportes son dignos de nuestra admiración, y así se lo reconocemos, pero hay también otros que solemos olvidar: son nuestros gloriosos jugadores de balonmano.

Nuestros jugadores de la Selección están, por fin, de vacaciones. Bien que las necesitan, que la concentración olímpica comenzará el mes que viene. La temporada ha sido tremenda para ellos: clasificación para el Mundial este pasado fin de semana, el Preolímpico hace dos, el Europeo en enero, la Liga, la Copa del Rey, la Copa Asobal y la Supercopa en sus clubes, más la competición internacional de turno. Hay jugadores que han disputado hasta ocho competiciones distintas, con un desgaste físico y mental descomunal. Y ahora queda el principal reto: los Juegos. Más no se puede pedir a estos héroes, auténticos pluriempleados de su deporte a quienes se explota competición tras competición para beneficio de dirigentes y directivos.