El cuadro bucólico ya cansa

El secreto de la buena salud de Luis radica en la energía que le transmiten los jugadores. Estar rodeado de jóvenes renueva sus fuerzas. Del mismo modo, es la competición la que le hace venirse arriba. Cuando Luis ve la carita a diario a los periodistas, las cosas cambian. Se entienden de otro modo las bromas. Acabo de aterrizar en Austria y todo muy bonito para venir de vacaciones con la familia. Aquí la tensión está reñida con el paisaje. Los lugareños se mueren de la risa con nuestras prisas.

Pero el gusanillo en el estómago lo tenemos todos. Vemos a Portugal y pensamos que ahí hay un favorito. Vemos a Suiza, Austria y, a Chequia y Croacia pese a sus victorias, y entendemos que también hay otros grupos con equipos que no dan la talla. Lo que ocurre es que son comparaciones contra la nada, porque aún no hemos debutado. Y eso desgasta. Tres días viendo en la pasarela al resto y adorando las vaquitas del prado cercano al campo de entrenamiento y observando la sonrisa bobalicona del que quiere ser un buen anfitrión, exasperan.