La operación renove es ineludible
Mista, Reyes, el inoperante Cléber Santana, Eller, Zé Castro, Seitaridis y Pernía son jugadores que los aficionados agradeceríamos ver pronto muy lejos del Vicente Calderón. A otros, como los inefables Pablo y Perea, esperemos que el banquillo les obligue a abrir un profundo proceso de reflexión que les permita superar las limitaciones técnicas y la absoluta falta de concentración que tantos goles nos ha costado. Fichajes tan lamentables, exigen, también, que el director deportivo, García Pitarch, entienda que el dinero, que no abunda, debe aprovecharse con olfato, conocimiento del mercado e inteligencia.
También aconsejaría al cuadro médico que ponga a punto el instrumental clínico a la hora de pasar futuras revisiones para que no se repitan situaciones tan absurdas como la de Motta. Con estas alforjas, demasiado lejos hemos llegado. Más que en los méritos de Aguirre, escasos, el éxito de este esperanzador Atlético hay que buscarlo en las extraordinarias dotes de Agüero, un jugador para la historia del fútbol, ya lo ver en la eficacia de Forlán, un goleador nato y con una enorme capacidad de sacrificio, y por último, en la enorme capacidad individual de jugadores como Simao, Maxi o Raúl García, que aun pueden dar mucho más de sí.