Esta temporada está siendo de una exigencia límite para todos los clubes de Segunda. Igual que a unos pocos les va a tocar esperar hasta el final para saber si suben, otro grupo mucho más nutrido va a estar pendiente de no bajar. Varios técnicos han apuntado que la barrera de los 50 puntos es la que puede dar seguridad, pero sólo seis equipos han alcanzado esa cota y aún quedan 18 en juego. Esta igualdad generalizada permite que incluso el colista tenga opciones difíciles, pero todavía reales, de pensar en la permanencia.

El Poli Ejido está a cinco puntos de la salvación, tiene que jugar contra dos equipos en situación similar y el resto de sus compromisos les enfrentan a clubes menos necesitados. Castro Santos ha logrado que los almerienses lleguen vivos al último mes de Liga, aunque con una limitación. Con el gallego, el rendimiento en casa ha sido bueno. Sólo perdió ante la Real y ganó cuatro de los últimos cinco partidos, pero eso no es suficiente si sólo arañas un punto fuera en los últimos siete encuentros. Si el Poli no tira la toalla es que nadie lo puede hacer. Por eso no nos debe extrañar que aún llegue alguna sorpresa en el descenso.