A Pepu le sacan de la película
AJosé Vicente Hernández no le agrada que le empujen, de modo que ha dicho adiós antes de que Pepe Sáez encontrase un motivo para echarle. Podríamos haber tenido seleccionador para muchos años, un nuevo Díaz-Miguel forjado en los patios del Ramiro, pero Pepu estaba harto de que el presidente anunciase off the record a periodistas amigos que iba a cargárselo, que había divorcio, que no colaboraba con los intereses de la Federación. Pepu había desaparecido virtualmente de la web y de la revista oficial de la FEB.
Sencillamente, problema de celos. O de excesivo carisma en el técnico. Sáez está convencido de que ha hecho un trabajo ciclópeo en la FEB, en el baloncesto, y su ego le pide reconocimiento universal. No discutiré ahora si su mérito es más aprovechar el gran momento del basket que de originarlo, pero su labor parece positiva. Los equipos nacionales triunfan y la difusión del basket crece. En estas circunstancias se me ocurre que los grandes directivos suelen trabajar en la sombra y preferir los colaboradores de talento a los aduladores. Con el adiós de Pepu es posible que Sáez recupere el papel de protagonista, pero las posibilidades de Óscar bajarán para la película.