Un dandy que se sabe sacrificar

Un dandy que se sabe sacrificar

Quien no siga el día a día de Jonathan Pereira puede pensar que se pasa media semana escaqueándose de los entrenamientos. Todo lo contrario. Este vigués, emigrado a Vila-Real y retornado a Ferrol, es el paradigma del compromiso. Lleva media Liga con un tobillo destrozado, pero su compromiso hace que todos los domingos llegue a tiempo. Su situación de cedido, sus doce goles y la multitud de halagos, llevarían a muchos futbolistas a levantar el pie y pensar ya en su retorno al Villarreal. Él no. Y no, porque hoy se siente tan verde como su presidente Isidro Silveira, que le llegó a pedir todavía más cuando su club olía a Segunda B.

Si el Málaga se lo lleva habrá acertado de pleno. Es de esos jugadores que saben que una carrera se hace domingo a domingo, y no sólo exhibiéndose ante el Málaga, Celta, Sporting y demás gallitos. Como el Málaga, su sitio está en Primera; lo mismo que sin él, el Racing estaría en Segunda B. Rápido, vertical, descarado, con gol, y que puede jugar de delantero, mediapunta y en banda. A lo mejor exagero, pero es como un proyecto de Silva diestro con más gol. Ya me dirán el año que viene.