El Encuentro con los Ases recaló ayer en León, una ciudad polideportiva donde las haya. León es, con Valladolid y Barcelona, capital con equipos ACB y Asobal. Y con el San José de baloncesto femenino y el Molly de balonmano femenino, la única con los cuatro equipos en la máxima categoría de estos dos deportes. Pero además tiene a Manolo Martínez, capitán de la Selección de atletismo; si llega a medir diez centímetros más, ya habría entrado en el imaginario popular junto a Bahamontes, Santana, Ballesteros o Nieto. El caso es que León vive y ha impulsado el deporte como muy pocas ciudades. En las horas bajas de la Cultural ha sabido dirigir las pasiones y las emociones de la ciudad hacia el balonmano y el baloncesto.

Esto no ha sido empresa fácil, porque son deportes donde se compite contra verdaderos gigantes. En el baloncesto, nada menos que contra dos clubes, Madrid y Barcelona, cuyos presupuestos están respaldados por el todopoderoso fútbol. Pueden fichar lo mejor del mercado y si no lo hacen es porque no lo encuentran o no saben encontrarlo, que a veces está ahí y el acierto es verlo. Como ha hecho el Grupo Begar con Bulfoni, convertido en uno de los más acreditados anotadores de la ACB. Y con respecto al balonmano, de nuevo está la maquinaria azulgrana del fútbol por delante o ese Ciudad Real creado para ganar títulos, pero a los que el Ademar trata de tú a tú. Por eso León tiene mérito. Cuatro equipos de primera que llenan la ciudad de ases.