Legendarios en un club de leyenda
Son todos los que están (me refiero a los históricos homenajeados por la Euroliga), pero no están todos los que merecían recuerdo. Hay otros personajes legendarios en la historia del Real Madrid que tuvieron peso y protagonismo en los ocho títulos continentales conquistados por el equipo. Pienso, por ejemplo, en Walter 'Caramelo' Szczerbiak (la metralleta encestadora), Vicente Paniagua (la humildad impagable), Fernando Romay (el torpón valioso), Mirza Delibasic (el basket hecho arte) o Joe Arlauckas (Mister Recursos), por no hablar de estrellas de paso fugaz como Djordjevic o Petrovic, que cimentaron sus éxitos en otras latitudes, o el propio Alberto Herreros, importante en el Real Madrid pero en una etapa internacional infructuosa.
Por contra, hay nombres que sorprenderán a los aficionados jóvenes. Hasta ellos ha llegado el prestigio de Emiliano Rodríguez, pero quizá se pregunten quién es ese otro Rodríguez, Cristóbal, que figura también en la relación de ilustres. Sencillamente, es alguien que encarna los máximos valores como deportista y persona. Lucía el número 6 y fue el prototipo de sexto hombre idóneo, tanto en el Madrid como en la Selección. Un dos metros con buen tiro (el Garbajosa de aquel tiempo) que entre partidos, entrenamientos y viajes se doctoró con honores en Medicina. Poco conocido también Joaquín Hernández, que pasó de gran director de juego a entrenador y le dio la primera Copa de Europa al club poco antes de fallecer por enfermedad hepática.