¿Quién dijo que sobraba Riquelme?
Lo peor no es jugar mal y perder. Ni lo de la cara de tonto. No, no. Lo peor es no tener soluciones. Y eso es lo que le pasa al Atlético: está tirando toda la temporada cuando todavía tiene el mejor objetivo, el puesto de Champions, a la vista. Pero desde hace bastantes semanas lo venimos advirtiendo: esto es sólo un espejismo. El Atlético no tiene juego para ir a la Champions ni para andar por Europa. Este proyecto es una ruina, porque el equipo se le ha deshecho a Aguirre entre las manos y no tiene ni idea de cómo volver a recomponerlo. Yo creo que ya ni el entrenador cree en el equipo, aunque se ponga muy gracioso en las ruedas de Prensa. Ahí sí: ahí el entrenador da la talla cuando lo necesita. Pero sólo ahí. En el campo está tan desbordado como su equipo.
En Pamplona tuvimos otra ración de lo mismo: más errores defensivos y más descontrol en el centro del campo. En el Atlético nadie sabe sacar el balón jugado desde atrás y falta un futbolista que toque y marque el ritmo del partido. Este equipo sólo vive del milagro de sus delanteros, que se inventan goles desde la nada como ayer hizo Forlán aunque no sirviera para dar la vuelta al marcador. El error Maniche se demuestra ahora clamoroso. No había sustituto para él, pero nadie fue capaz de impedir que se marchase. Y más clamoroso rechazar a Riquelme. ¿ Quién fue el cerebro que dijo que en este equipo sobraba el argentino? Ese sería el primero que debería presentar la dimisión. Y llevarse de la mano a unos cuantos que sobran mucho más que Riquelme.