Sin chispa, sin fútbol y sin gol
Sigue la caída. El Atlético no habría marcado un gol al Bolton ni aunque el partido hubiera durado tres días. El equipo está sin chispa, se le han fundido los plomos hace varias jornadas y nadie es capaz de reparar la avería. Este Atlético no tiene recursos. Y Aguirre, menos. Y lo peor es que los jugadores lo intentaron, que dominaron el partido, que movieron la pelota de un lado para otro, pero para nada. El Atlético no creó peligro nunca y el Bolton vivió cómodamente con muchos jugadores en la defensa y olvidándose de la portería defendida por Abbiati. ¿Para qué marcar un gol? Si les sobraba con el de Bolton ante este Atlético, que no podía apelar ni a la épica ni a la lírica ni a nada de nada, porque le faltaba juego para poner en peligro la ventaja inglesa.Y esto sólo parece el principio del desplome. Cuando vuelva el Kun mejorará algo, claro, pero los males son más profundos y su entrenador hace tiempo que no tiene soluciones. ¿Forlán? Padece el mal de otros delanteros del Atlético: está al borde de un ataque de nervios. No le llegan balones en condiciones y baja a buscarlos a cualquier sitio. Sufre la falta de juego creativo de su equipo. Ya le ocurrió al Niño Torres. Y le pasa al Kun. Pero Agüero es otro tipo de futbolista, se basta a sí mismo para crear genialidades desde la nada. Forlán necesita socios. Y anoche su socio estaba en la grada con gesto triste. Sin el Kun, Forlán fue un alma en pena. Y el Atlético, un equipo sin chispa, aburrido, y sin gol. Cayó porque su fútbol no le llega para seguir en Europa.