Se puede remontar en el Calderón
El triunfo del Bolton fue muy raro. Y su gol llegó justo cuando el partido estaba en manos del Atlético. Aguirre había colocado al Kun en el campo para rematar la faena y los ingleses estaban en retirada, medio asustados por la aparición del jovencísimo crack. Y, precisamente en esas circunstancias, el Kun luchó por un balón, se complicó con un defensa, le hizo no sé qué a un linier y este se chivó al árbitro y a todos se nos quedó cara de tontos cuando vimos la tarjeta roja y al Kun camino de la calle. ¿Por qué? Después de muchas repeticiones, los ingleses exhibieron una en la que Agüero parecía escupir al césped mirando al linier. Todo muy rebuscado, pero el Atlético se quedó sin su mejor jugador. Y encima se cumplió eso de que las desgracias nunca vienen solas. Al minuto de irse Agüero, el balón llegó al área rojiblanca, rebotó de acá para allá, de Cléber a Pablo, hasta que le llegó a Diouf y marcó.
Al Atlético se le juntaron todas las desgracias en un minuto. Una pena, sobre todo porque este Bolton es un equipito, con poco juego y casi ninguna pegada y se trae un resultado casi caído del cielo. Y mucho me temo que encima la UEFA caerá con toda su artillería sobre Agüero y el Atlético se quedará sin su mejor arma para el partido de vuelta. El equipo tendrá que apelar a la épica y montar otra operación remontada. Pero se puede soñar con ella, porque este Bolton de Iván Campo no asusta y tendrá muy difícil sobrevivir en el Calderón, aunque el Kun tenga que verlo desde la grada.