Schuster va con la moto de Capello
Al Madrid le vino como agua de mayo pasar un añito por Capello. El italiano llegó, vio y venció. Cambió la inercia negativa del equipo y el club superó la peor racha de títulos desde Di Stéfano. La etapa de Capello, además de acabar con una sequía galáctica, ayudó a la paz social. Porque el título de Liga fue un bozal para los maledicentes y una tregua para Calderón. El actual entrenador del Real Madrid, Schuster, ha sabido aprovechar todo lo bueno que le dejó su antecesor, y ese es su gran mérito. Capello dejó la moto en marcha, pero un piloto inexperto, temerario o simplemente malo hace tiempo que se habría caído con todo el equipo. El alemán no sólo sigue en carrera, sino que ha sido capaz de aumentar la ventaja a base de limar alguna imperfección.
Schuster se encontró con los entrenamientos a puerta cerrada, con el equipo pergeñado, con el sistema definido y con los galácticos en la calle. Antes de Capello pasaron por allí desde Queiroz hasta Luxemburgo y desde Sacchi hasta Floro, amén de tres presidentes, y ninguno hizo la limpieza de corrales que afrontó Capello, a quien reclamaban lo mismo que a Schuster: el jogo bonito. Pero Fabio no estaba para lujos, sino para ganar títulos. Y eso hizo. Es lo que intenta ahora Schuster, y con buen tino vista la primera vuelta. Él cree, como creía el italiano, que los títulos acaban con las críticas en un segundo. Una tarde noche en Cibeles resarce de una temporada de quejas. Y eso es así en todos sitios... menos en el Madrid. Por eso Capello no terminó su contrato.