Son mejores de lo que parecen

Escribir hoy que Higuaín es un gran pelotero suena a ventajista tras el gran gol marcado en Mallorca. No lo es, sin embargo, decir lo mismo de su compatriota Gago. Incluso arriesgo y aseguro que el medio centro se hará con el puesto de titular aprovechando la ausencia de Diarra, a poco que confíen en él. Estas reflexiones llegan cuando se cumple un año del fichaje de ambos y cuando Schuster los pone de titulares en la Copa. Ambos aterrizaron en el peor momento y nunca se acabaron de creer que estaban en el Madrid. Porque una cosa es que sus dirigentes argentinos nos los vendieran como las mejores promesas mundiales para asaltar la tesorería blanca, y otra bien distinta que sean carne de banquillo.

Llevamos tiempo elucubrando sobre el daño que se le ha hecho a Raúl sacándole de su espacio natural de delantero y no hemos reflexionado sobre que a estos dos jugadores les ha pasado algo parecido. Gago tiene unas condiciones naturales para jugar como el cinco de toda la vida argentino y si apuestan por ello crecerá como futbolista. Sabe ser duro en el corte, tiene jerarquía para distribuir la pelota y se mueve como pez en el agua si su campo de acción es grande. Y digo todo esto tras un partido como el de ayer, donde brilló poco. Higuaín no es extremo, ni volante, ni siquiera media punta. Sus virtudes se agigantan cuanto más cerca del área mueva sus fenomenales condiciones. Por lo demás, lo de siempre en la Copa: empanada.