No bastó la gran noche de Forlán
Forlán es la mejor noticia del Atlético esta temporada. No sólo es un gran delantero, un tipo que lleva el gol en las botas, sino que hace mejores a sus compañeros. Forlán aparece por todas partes del campo, se ofrece siempre, se asocia con todos. Su sociedad con el Kun Agüero hace semanas que funciona a pleno rendimiento, pero Forlán es mucho más. En Huelva, donde el Atlético se quedó a cero en el marcador, jugó un partidazo, para mí fue el mejor del equipo. Fue Forlán quien estuvo a punto de conseguir desequilibrar el marcador con dos asistencias marca de la casa. Una se la dio al Kun Agüero, que se equivocó al intentar resolver con una vaselina, y la otra a Reyes, que se quedó solo y tiró flojito abajo, ajustado al palo, y Sorrentino, que es un porterazo, la sacó. A Forlán ya le buscan sus compañeros y pronto se convertirá en la gran referencia de este Atlético de Champions que está formándose.
Forlán hasta marcó un gol en Huelva. Aprovechó un balón que salió suelto después de una internada de Maxi por el centro del área, que se estrelló contra Sorrentino. Y allí apareció Daudén para inventar: pitó falta a Maxi por considerar que había fingido una caída. Para mí, un error monumental. Pero los árbitros españoles son así. Ven la paja en el ojo ajeno y se tragan las vigas. En Huelva, al Kun Agüero le pararon con faltas desde el primer minuto. Sin contemplaciones. Cada vez que paraba el balón de espaldas, varios defensas se le colgaban de los brazos y le pegaban por arriba y por abajo. Y Daudén lo consintió todo. En España se arbitra así.