El primer galáctico español...

El primer galáctico español...

Me siento un privilegiado. Estar casi tres horas compartiendo chistorra, banderillas y revuelto de ibérico junto a Paco Gento es a lo más a lo que puede aspirar un madridista. Porque sólo este hombre sencillo, humilde, sanote y socarrón puede decir en voz alta y sacando pecho aquello de "¡he ganado seis Copas de Europa!". Fue decirle a mi padre que el Trofeo Bernabéu de mañana se iba a convertir en un homenaje a La Galerna del Cantábrico y cambiarle la voz, preámbulo a una masiva petición de entradas. "Chaval, tú no sabes lo que te perdiste con Gento. Ni Roberto Carlos corría como él. Y éste siempre daba la cara en los grandes días. La final del Milán la ganó solito...". Todo el madridismo debe arracimarse mañana en torno a este jugador legendario, con DNI español, capaz de hacerse quince kilómetros en un partido y acabar fresco como una rosa. Gento logró que Di Stéfano intercediera por él cuando aterrizó en Madrid asustado y Chamartín le esperaba de uñas...

Lo mejor es ver cómo se ríe por todo. Aunque lo diga con la boca pequeña por su sencillez, propia de su tierra llana y trabajadora, don Francisco está como loco con este tercer homenaje que le dará el club en el que pasó dos décadas prodigiosas. Gento es el padre futbolístico de Raúl. Otro que, al igual que Paco, acabará luciendo la Laureada en su solapa. Gento merecería un homenaje cada semana. Lo ha ganado todo y te habla como si fuera un socio más del Madrid. En la grada es feliz. ¡Que tío más grande!