Rival menor y aparición de Motta
Muchas falditas escocesas, cervezas de litro, cánticos y demás parafernalia, pero fútbol poquito. El Aberdeen es hoy un equipo menor, primitivo. El Atlético pudo darse un festival de escándalo si en el primer cuarto de hora le llegan a entrar las tres o cuatro ocasiones clamorosas que tuvieron sus delanteros. Pero ayer no era el día. Y este Atlético de pegada demoledora tuvo que aguardar hasta el minuto final de la primera parte para abrir la lata. Y fue, claro, el chico más listo de la clase, el Kun Agüero el que forzó un penalti de libro. Sólo tuvo que enseñar el piquito de la muleta y el defensa escocés entró como un miura y le derribó. Y penalti. Y partido resuelto porque Forlán no falló y el Aberdeen no le marcaría un gol al Atlético ni en una semana de juego.
L a jugada del gol tuvo otra aparición importante: la de Thiago Motta. Está casi inédito en el Atlético por culpa de una lesión pero es un futbolista de cuerpo entero, que ya ha demostrado su categoría en el Barça. Aguirre le puso en el centro del campo junto a Cléber Santana y enseguida se hizo con la manija del partido y del Atlético. Fue Motta quien condujo el juego rojiblanco y fue él quien encontró el desmarque del Kun Agüero cuando estábamos al filo del descanso y le envió un balón de oro, que le sirvió al genio argentino para forzar el penalti. Aguirre tiene ahora otra carta en la manga para la segunda parte de la temporada, la decisiva. La llegada de Motta le vendrá muy bien a este Atlético que sigue de fiesta y que ya desafía a los grandes de la Liga.