NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Hasta ahora, más ruido que nueces

Gran parte del efervescente alborozo de hace un mes se ha evaporado. Tanta ilusión derrochada y tanto orgullo desempolvado, mirando las frías pero reales cifras, se han quedado en casi nada. Estamos con los mismos puntos y en el mismo lugar que la anodina pasada temporada. Es cierto que el equipo ha demostrado las inmensas posibilidades que atesora arriba. Tan cierto, como que resulta imprescindible reforzar el centro del campo y reestructurar, por completo, la defensa. Resulta también desolador comprobar la dependencia que tenemos de un jugador como Forlán. Sin él, no sólo perdemos un referente fundamental en el ataque. También su tremenda capacidad para duplicarse y hacer labores propias de un centrocampista se echa enormemente en falta cuando no está. Sin él y sin Raúl García, nuestro juego se torna atribulado, insulso y desesperadamente espeso, como se vio contra el Almería.

El desaguisado de atrás, con Seitaridis o sin el, con Pablo o sin Perea, con Perea o sin Pablo o peor todavía, con los dos en el campo, es sencillamente colosal. Veo con agrado que son muchas las apuestas para reforzar la zaga de un equipo totalmente descompensado. Si se pone el mismo empeño y el acierto que se ha tenido a la hora de conformar la actual delantera, estaremos en condiciones de luchar por los puestos de Champions, el verdadero objetivo de la presente temporada, y llegar lejos en UEFA y Copa. Ahora, siempre y cuando los fichajes lleguen ya y no se demoren.