Regalado. Ése es el segundo apellido del presidente de la FEB y parece que así, como caído del cielo, llegó a la vicepresidencia de la Federación Española de Baloncesto en 1998, y en 2004 a la presidencia. Nueve años después, José Luis Sáez se sentaba en el Foro Ferrándiz-AS para hacer balance. Un repaso triunfal, con oros, platas y bronces y augurios de nuevos éxitos en el futuro. Los logros del pasado están ahí, nadie los discute, y el ranking mundial lo pone por escrito. Pero quizá lo más alentador de lo que dijo Sáez en Alcobendas no es el "fue" sino el "será" .

Por lo pronto, no escondió que España quiere organizar el Preolímpico 2008 femenino, ni tampoco el firme deseo de acoger el Mundial de 2014. Sáez no lo dice abiertamente, pero imagina ese campeonato como postre a su presidencia federativa, por más que él no sea muy de postres. Y, mientras tanto, se relame con un futuro con estrellas que no cita -está bien que él no dé nombres y apellidos- pero que están en boca de todos: Rubio, Claver, Jodar... Un futuro en el que los inmigrantes (Mundialito organizado por la FEB) anoten aquí y los reclusos (Baloncesto sin Límites) no reciban más castigo que una falta personal. Futuro. Nuevos retos. Y Sáez como un hamelín rodeado de niños con camiseta roja y una Ñ a la espalda.