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Para Reyes nos pedimos un central

Ya lo he descubierto: el Atlético tiene un agujero negro en medio de la defensa, y que conste que no me refiero a Perea. Es una zona de fuerzas maléficas que abduce a los defensas, les desorienta y les hace obrar contra su voluntad. Ayer Leo Franco se tiró en plancha al agujero con su salida prodigiosa en el segundo gol, el mismo en el que patinó Raúl García justo en el momento en el que sólo tenía que despejar el balón. Allí, al mismísimo agujero, se le debió de ir la cabeza a toda la defensa cuando intentó tirar el fuera de juego y lo que hizo fue dejar a Nihat más solo que la una para que marcase el cuarto gol. ¿Perea? El pobre no salió en toda la tarde del agujero negro. En el primer gol se le escapó Rossi y en el tercero hizo todo lo que pudo para no estorbar a Nihat.

Pese a esa defensa catatónica y dadivosa, el Atlético tuvo varias veces ganado el partido. Denle el mérito a los dos medios centros, que se multiplican, y a Maxi, o a Reyes, a Simao o al Kun. Hicieron virguerías para salvar el resultado. Simao apareció como nunca por la banda y se marcó un golazo espectacular. El Kun se empeñó en jugar y allí estuvo, deleitando al Calderón. Él, que es el más bajito, metió un gol de cabeza magnífico. Marcó los tiempos del salto como mandan los cánones y remató picado abajo, imparable. Ese gol debió traer la victoria, pero allí estaban los del agujero negro, empecinados en aguar la fiesta. Y lo consiguieron. Con esa defensa este Atlético juega siempre a la ruleta rusa. Aguirre, majo, ¿y si para Reyes nos pedimos un central de verdad?