El test de la confianza y los números

Más allá de los socios que utilizan el atril de la Asamblea para lucimiento personal, ese ratito de gloria televisado y fotografiado que tanto farda en el barrio, la puesta en escena de una directiva entrante siempre produce reacciones encontradas. Los incondicionales del nuevo presidente, a veces movidos por asuntos personales, y retazos de la oposición, viciados o no, libran una batalla por el micrófono. Se pierde la noción de que lo que está en juego es el Athletic y que la identidad del presidente importa un pimiento. La valoración debe ser si los esfuerzos que se piden van con lo necesario, si se radicalizan las situaciones para asustar o tocar la fibra y si quien expone cómo ha quedado la entidad y su proyecto de cambio inspira confianza.

Tiene razón Macua cuando insinúa que cien días son pocos. Merece el respaldo inicial. Aunque a algunos aficionados, periodistas e incluso empleados les hayan parecido suficientes para ponerse en guardia. Han salido a la luz conflictos y mucha cifra. Y los números que precisamente no están a disposición del socio, con tiempo y concreción, son los de la subida de cuotas, que rondará el 15%.