Sr. Villar, quédese en Laponia

Si usted es uno de esos millones de aficionados que se lleva pregunta qué narices hace la Selección en Finlandia, sepa que vamos a honrar, ni más ni menos que el Centenario de la Federación de aquel país nórdico. Cuatro días de asueto cerca del círculo polar ártico. Menos mal que el billete para la Eurocopa está ya en el bolsillo. Imaginen esta misma excursión habiendo palmado. Son las cosas de Villar y su gente. Pura planificación, ganas de ponérselo fácil a Luis y a los jugadores. Argumentos para que Laporta siga diciendo con razón que abusan de los clubes. Amistosos absurdos para hacer caja y destrozar a nuestros internacionales. Puro disparate.

Por un momento pensé que este bolo era para dar ánimos a Raikkonen y que eche una manita a Alonso. O para ver algún partido de hockey hielo, o para profundizar en el culto luterano. ¡Qué va! Vuelve a ser un compromiso de Villar para seguir manteniendo sus comisiones, sus puestos en FIFA y UEFA y esas zarandajas con las que tan pingües beneficios le dejan en forma de viajes y dietas. Con alegría seguirán el partido Schuster, Quique y compañía. Fresquitos van a regresar sus chicos, marcando el termómetro cero grados. Ah, Sr. Villar, una de las seis regiones finesas es Laponia. Sí, renos, Papá Noel. Ya sabe. ¿Por qué no se queda?