Hamilton jugó sucio en Japón
Siempre he pensado que judicializar la F-1 adultera el verdadero espíritu de la competición, pero una vez que se utilizan estos procedimientos de despacho para modificar el resultado de una carrera, como fue el caso de Alonso en Hungría, esta doctrina se debe seguir aplicando estrictamente hasta finalizar el campeonato con el fin de asegurar la equidad y la limpieza de éste. Por todo ello, me parece inaceptable que hayan dejado sin sancionar a Hamilton una vez vistas las imágenes de la carrera, decisión tan inconcebible como el que dichas imágenes hayan sido repescadas de 'YouTube', tras grabarlas un aficionado que responde al nombre de 'Smoker 983', dejando, por cierto, en evidencia al equipo de retransmisiones deportivas que cubre el Mundial.
Y o no me creo nada de todo esto y señalo muy directamente al lobby británico del que depende este circo de la F-1. No están jugando limpio, desde el realizador de la prueba de Fuji (que no sé si lo es), que bien pudo ocultar las imágenes, al comisario deportivo ( Tony Scott Andrews), al director de carrera ( Charlie Whiting), al presidente de la FIA ( Max Mosley), al dueño de la F-1 (Bernie Ecclestone) o al patrón de McLaren (Ron Dennis), todos ellos compatriotas del líder del campeonato. Y esto no es una defensa patriótica y sin sentido a Fernando Alonso, es un alegato a favor de Webber (australiano) y Vettel (alemán), que el otro día quedaron como dos patanes estrellándose detrás del safety car cuando el verdadero gañán fue Hamilton, que fue quien les privó con sus bribonadas de un día de gloria.