La flor se marchitó en Roma

No hablaré de rotaciones porque Schuster decidió jugar con el equipo titular en Roma. Tampoco hurgaré mucho en lo de que no juegan bien porque ha habido días peores. Pero sí es conveniente recordar que una vez más un rival muy inferior puso en excesivos aprietos al Madrid. La diferencia con otros partidos es que el Lazio metió entre los tres palos casi todo lo que disparó. Debe ser que al jugarse en Roma, el paisano de Schuster que habita en El Vaticano, tenía ocupaciones más importantes. Cuando tientas tanto a la suerte, acaba ocurriendo esto. No es razonable perder dos puntos de forma tan absurda. De nuevo existió mucha relajación en los hombres que juegan por delante de la defensa.

Guti, capaz de desatascar un partido con un pase, puede estropear un resultado por no poner el nervio necesario cuando juega el balón en zona peligrosa. Ya dijo el técnico alemán en Getafe que ayudaban poco en el juego defensivo los centrocampistas. Ayer, además de seguir colaborando poco, facilitaron con pérdidas absurdas el contragolpe de los italianos. El banquillo también tuvo sus lagunas. No parece muy lógico renunciar a la banda derecha durante muchos minutos, ni seguir castigando a Sneijder a un papel secundario en el juego. Al menos salió bien la prueba de Heinze como central. A poco que le dejen ahí un par de partidos, puede sentar en el banquillo a los que vinieron para jugar de central. Y todo esto, sin ánimo de molestar, Bernd.