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La semana de las otras finales

En esta semana en la que termina la primera fase y se deciden los emparejamientos para cuartos se juegan lo que para algunas selecciones son sus 'finales' particulares en el Mundial de Francia. La verdadera final queda todavía muy lejos, pero para algunos países disputar la final no significa jugar el último partido del torneo. Cada país juega su final acorde con su nivel deportivo, su fuerza física y sus posibilidades técnicas y ganar significa triunfar de la misma forma que lo hace el campeón.

Tonga jugará el viernes su final contra Inglaterra. Si gana será segunda y jugar en cuartos contra Australia será un honor para ellos. Fiyi vivirá su final ante Gales. Si vencen se enfrentará a Suráfrica en cuartos. Otra gran final la jugarán Italia y Escocia para llegar a cuartos de final y asegurar otra plaza entre los mejores del 'planeta rugby' para el Hemisferio Norte.

Pero las finales de los que se van para casa son las que más valor tienen ahora. Canadá y Japón jugarán para ganar un partido. Lo mismo que Georgia y Namibia, Samoa y Estados Unidos, y Portugal y Rumanía. Son partidos que parecen menores, pero en los que los jugadores se juegan su prestigio, su categoría y orgullo. Un triunfo para ellos en este torneo significa lo mismo que para Nueva Zelanda ganar el título. Los que ganen regresarán como héroes y derramarán lágrimas de felicidad. Esa ilusión por ganar de estos países humildes es lo que hace que en cada partido se vivan momentos emocionantes Un esfuerzo y un triunfo tan digno como el del campeón del torneo.

El equipo que más finales ha jugado hasta ahora es Argentina. Ganó la primera ante Francia y el domingo juegan la segunda ante Irlanda. Los Pumas no podrán celebrarla porque quieren jugar una más. La tercera en cuartos como primero de grupo ante Italia o Escocia. Un partido ganable para ellos. Sólo podrán disfrutar como campeones después de este partido. Es la selección que más pasión ha transmitido. Su corazón dice que lo pueden hacer y su cabeza también. Los argentinos quieren llorar de orgullo. Háganlo Pumas.