Hay que atacar a Menchov
Tengo mucha fe en que se rompa la carrera. Ayer vimos cómo el Caisse d'Epargne buscó cortar al pelotón camino de Torre Pacheco, pero no tuvo la suerte de dejar fuera de combate a ningún favorito. Tanto la lluvia que cayó como el viento que entraba de costado propiciaron el intento, aunque aguantaron en cabeza el líder de la Vuelta, Menchov, Evans y Sastre. Los cuatro primeros de la general iban bien arropados por sus equipos y no se dejaron sorprender. Pero me parece perfecto que el conjunto de Unzué trate de eliminar a sus rivales, porque sólo se gana si se es valiente. Este fin de semana habrá una nueva oportunidad para probar las fuerzas de los mejores. Hoy, existe una buena posibilidad de hacer daño al Rabobank y de que el ruso se vea metido en problemas. Menchov se puede quedar sin compañeros, ya que será muy difícil que controlen la carrera en un terreno tan complicado, con continuas subidas y bajadas. Ahí habrá que hacerle daño.
Sería muy desilusionante que los candidatos al podio llegaran otra vez de la mano a la meta, como en la etapa de Arcalís. La jornada hasta Villacarrillo será un auténtico rompepiernas, con tres puertos de tercera y 207 kilómetros. Y si hoy no se puede descolgar a Menchov, habrá que probarlo mañana, en Monachil. Este puerto es el más duro y de mayor desnivel después de los Lagos. El año pasado, Vinokourov le birló la Vuelta a Valverde en la subida a esta cima. ¿Por qué no puede Carlos Sastre hacerlo en esta edición?