Un campeón que siempre vuelve
La victoria de ayer de Óscar Freire demuestra que es un ganador nato y que siempre vuelve a la senda del triunfo. Antes de comenzar la jornada ya le consideraba el máximo favorito a vencer en la meta de Santiago de Compostela, porque la recta final picaba bastante hacia arriba y mi paisano es intratable cuando se encuentra en forma. En la primera jornada, en Vigo, sufrió a lo largo del día dolores de estómago y aún así fue segundo. Su clase es increíble. Además, ayer contó como aliada con la suerte, ya que la caída a dos kilómetros para la llegada le dejó la pista libre, porque se vio involucrado Daniele Bennati, uno de los hombres más en forma del pelotón en la presente Vuelta a España. Pero batió a Zabel, Petacchi y Bettini: casi nada.
Esta victoria tiene un valor añadido para Óscar. Tras siete segundos a lo largo de la temporada, era muy importante para un gran velocista como él acertar por fin y dejar de dar al palo. Si un sprinter de sus características se bloquea, a veces resulta difícil volver a coger confianza. Aunque Freire lo que ha recuperado, precisamente, es confianza en sus posibilidades. Ha batido a Bettini, su máximo rival para el Campeonato del Mundo, y a otros especialistas de la talla de Zabel y Petacchi. Estoy convencido de que antes de que se retire de la Vuelta para preparar al máximo el Mundial nos va a regalar un par de etapitas más. Es un corredor fuera de serie y a lo mejor tarda menos de lo que nos esperamos y gana ya esta tarde en Luarca.