Aquí sobra calidad y falta oficio

Da coraje estar agobiados para ser segundos de grupo con la nómina que tiene nuestra Selección. Luis reúne en cada convocatoria a seis o siete jugones en el equipo titular. Pese a todo, sufrimos con equipos inferiores y nos cuesta ganar. En el patatal de Salónica, con la sonrisa bobalicona de Villar en el palco dando validez a un amistoso inexplicable, regalamos mucho en defensa, y en ataque no supimos rentabilizar nuestra superioridad. Y no vale de excusa el mal estado del terreno. Lo digo porque eso no fue ningún impedimento para Silva, la gran sensación del momento. Rinde en la banda, tiene llegada como media punta, remata, centra, inventa regates imposibles. Es el jugador más desequilibrante.

Pero sigue faltando la peseta para el duro. Despistes inexplicables, relajación en el inicio del partido, fallos en remates francos. Al final todo eso deriva hacia la parte psicológica. No se atisba tampoco la figura de un jugador carismático. Por veteranía les correspondería a Casillas, Xavi, Joaquín o Torres. Los cuatro tienen grandes virtudes pero Dios no les ha llamado por el camino del liderazgo. Tampoco sabemos jugar con el marcador. Luis siempre pone como ejemplo a Argentina. Ayer nos salvó la magia de Silva que, con menos cartel que otros, se echó el equipo a la espalda.