Doscientas noventa y nueve alegrías

Me vienen a la cabeza muchos nombres y recuerdos cuando oigo hablar de las ansiadas 300 victorias de España en el Mundial de motociclismo (hasta hoy 299). Nombres como el de Ángel Nieto, principal responsable de todos nuestros éxitos (casi una tercera parte de los 300 triunfos son suyos) o el de Salvador Cañellas, el hombre orquesta del motor español (le daba igual motos que coches, siempre estaba delante) quien en Montjuïc, con su Bultaco 125cc, logró hace 39 años la primera victoria patria en el 'Continental Circus'; el de Santi Herrero, a quien sólo la muerte (maldita Isla de Man) le evitó ser campeón del mundo de 250cc en 1970 con una Ossa, cruel desenlace que tampoco pudo esquivar a sus 21 años Ramón Torras, huérfano de victorias mundialistas pero quizás el piloto más rápido de nuestra historia (Hailwood, Redman o Taveri lo sufrieron en sus propias carnes). Tampoco puedo olvidar a Víctor Palomo, ídolo de mi juventud y primer español en ganar una carrera de 350cc (fue campeón del mundo oficioso de 750cc en 1976); a Benjamín Grau piloto al que la falta de recursos económicos le privó de ser campeón del mundo.

A Ricardo Tormo el hombre que hizo temblar a Nieto; a Jorge Martínez Aspar, el Nieto de los ochenta (37 victorias); a Sito Pons, responsable de la modernización de nuestro motociclismo; a Cardús y Garriga gladiadores incomprendidos; al otro más grande, Álex Crivillé, primero en ganar una carrera y un Mundial de 500cc; y a Checa (el último caballero), Puig, Gibernau (el español al que temió Rossi), Elías, los futuros campeones de MotoGP Pedrosa y Lorenzo, Bautista, Barberá, Fonsi y Pablo Nieto, Faubel, Alzamora, Herreros, Torrontegui, Simón, Gadea, Don Paco Bultó, Pedro Permanyer, Eduardo Giró, la familia Rabassa, Derbi, Bultaco, Ossa, Montesa, Antonio Cobas, Carmelo Ezpeleta, Juan Álvarez, 'SoloMoto', 'Motociclismo', Repsol, Telefónica, Tabacalera y muchos más. Gracias a todos.