El Madrid se acostumbra a perder...
Noticias relacionadas
Me gusta Sneijder. Junto con Pepe es el fichaje de la era Calderón que ha marcado su territorio nada más llegar. Rápido se vislumbra lo importante que es su condición de ambidiestro. Aparentemente menudo, sabe proteger el balón, es muy constante en su ritmo y hace jugar al equipo. Pero su aportación no bastó para que se acabara el atasco en la media. El otro holandés deja dudas. Drenthe es más individualista, frágil en lo físico y menos veloz de lo que se presumía. Positivo y esperanzador el regreso de Van Nistelrooy. Su sola presencia fijó a los centrales del Betis y sirvió de punto de referencia para los balones largos de sus compañeros. Lástima que Raúl, una temporada más, siga ausente, sin sitio, en un quiero y no puedo que desespera.
Lo que se repitió nuevamente fue la falta de agresividad del Madrid. Es un equipo desangelado, que juega pesadote en ataque. Luego, sacrificio de algunos cara a la galería e indolencia de otros a la hora de recuperar el balón. La consecuencia es que se controla aparentemente el partido pero sin ningún peligro y, eso sí, se sufre una barbaridad cuando el rival lanza el contragolpe. Viene al pelo recordar la figura retórica usada por Toshack: pollos sin cabeza. Y aunque estemos en pretemporada, tampoco ayuda mucho que no lleguen las victorias. Los equipos se acostumbran a ganar o a perder en estos bolos. Son tantas las carencias que evidencia el equipo que, a estas alturas, el socio ya no habla de dar espectáculo. Se conformaría con que el equipo no pierda.




