Ayer fue el mejor día para Freire
Ayer creo que Óscar Freire tuvo la mejor oportunidad para llevarse la victoria de etapa que tanto desea y que tanto queremos los aficionados españoles que consiga. Si hace dos días quedó tercero en el sprint de Joigny, en Autun le dio al palo. La jornada era muy selectiva, con ocho puertos complicados, porque era fácil preparar allí emboscadas, y al final se imprimió un ritmo fortísimo para preparar la llegada y dejar atrás a Vinokourov. El Rabobank tiró a bloque en la última cota de tercera para descolgar a los sprinters más peligrosos, como Tom Boonen o Thor Hushovd, y así limpiar la volata para Freire. Y pese a los esfuerzos de los holandeses, el italiano Pozzato le superó en el último suspiro. Una pena, pero seguimos confiando en él. Está siempre con los mejores y acabará marcando el gol esperado en cualquier etapa.
Los otros grandes protagonistas del día fueron dos astanás, Vinokourov y Andreas Klöden. El alemán podría retirarse si se confirma que sufre rotura en el coxis. Una lástima para la carrera, ya que es uno de los aspirantes al podio de París. Su compañero, Vino, perdió 1:20 en la línea de meta respecto al grueso de los favoritos de este Tour de Francia tras una caída. Aún así, el kazajo puede estar contento, ya que sólo el CSC se tomó en serio meterle más tiempo, porque si no la distancia habría aumentado a, por lo menos, dos minutos. El resto de los equipos implicados en la victoria final deberían haber colaborado, pero ya les pasará factura.