A Freire aún le falta un puntito

Como era de suponer, ayer volvimos a ver una llegada al sprint, aunque muy accidentada debido a la caída que se produjo a falta de tres kilómetros de la meta. Ganó Steegmans, el lanzador de Boonen, pero con lo que me quedo es con el puntito que le falta todavía a Freire para disputar las volatas. Óscar ha superado los problemas físicos que casi no le permiten tomar la salida, aunque aún no ha alcanzado su mejor estado de forma. La llegada de Gante era una de las más favorables para sus características, el problema es que no ha podido desarrollar esa potencia insuperable en los últimos 200 metros. Uno de los objetivos de mi paisano en esta carrera es llevarse por lo menos una etapa y el maillot verde de la regularidad, un hito que ningún español ha logrado.

Respecto a la bestial caída que hubo en las estrechas calles de Gante, hay que reconocer que la UCI ha hecho algo bien, porque por un error de un ciclista despistado los favoritos no pueden perder dos minutos en su lucha por el Tour de Francia. Antes, como el tope para marcar el tiempo estaba en el último kilómetro, había muchas montoneras que provocaban importantes cortes en la lucha por la general. Así, se evita más tensión si cabe en este tipo de llegadas, aunque eso no quita que los corredores salgan malparados. Por ejemplo, he visto a Cancellara con la muñeca dolorida. Espero que no sea nada y se recupere, ya que es importante para el espectáculo de la carrera que siga un hombre tan bueno en las contrarreloj.