Los médicos y directores, culpables
Lo que ha hecho Jörg Jaksche es un paso muy bueno para la limpieza del ciclismo. Hay que felicitar al corredor alemán. Es importante que los ciclistas digan la verdad y acusen a los grandes responsables de todo esto, que son los médicos y los directores. Jaksche ha confesado que era Eufemiano Fuentes el médico que lo trataba y que acudía a él porque era el que más perfeccionados tenía los métodos de dopaje para que no te cazaran. También ha dicho el alemán que tomaba EPO cuando estaba en el equipo italiano Polti y que era algo muy generalizado. Todos los ciclistas deberían seguir su ejemplo y quitarse la máscara para reivindicar que necesitan un cambio y que no son simples marionetas de los jefes de sus equipos.
Hay quien puede pensar que el hecho de que estas declaraciones lleguen a siete días del comienzo del Tour de Francia puede hacer mucho daño a la carrera. Pero yo considero que este tipo de asuntos siempre son buenos para el ciclismo. Vengan en un momento u otro. Ya es hora de que los ciclistas tomen conciencia y sean capaces de decir quiénes han sido los que los han inducido a doparse. La carta de la UCI está bien, pero muchos ciclistas la firmarán sólo por el hecho de que son profesionales y quieren competir. Si hubiese más preocupación por sancionar a los que realmente llevan el timón del mundo del dopaje y no a los ciclistas todo iría mucho mejor. Pero, por ahora, los jefes (médicos y directores) ganan a los obreros (ciclistas).