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Aquel 30 de junio de 1992...

Antes del 30 de junio de 1992 los directivos de fútbol no tenían ninguna responsabilidad. No arriesgaban su dinero, vivían como dioses y cuando dejaban entrampado a su club, se largaban de rositas y a vivir. Tal era el caos, que el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto. Ley del Deporte y Plan de Saneamiento. El Estado pagaba las deudas y los equipos las devolvían en 12 años con dinero de las quinielas. Pero debían transformarse en Sociedades Anónimas Deportivas cubriendo un capital social, mayor cuanto más grande fuera la deudas. Y el Betis, en 1992 debía 1.462.744.000 pesetas.

La noche de ese 30-6-1992, supuso la defunción del Málaga, el descenso del Murcia y la salvación in extremis del Atlético de Madrid, Rayo Vallecano (histórica presencia de José María Ruiz Mateos en la sede del CSD en bata y zapatillas) y Betis, cuando nadie daba un duro por ellos. Lopera aportó el dinero requerido y el equipo no sólo no desapareció, sino que comenzó una de sus etapas más brillantes. El 30 de junio de 2007,15 años después, es un equipo de Primera. Y se lo debe a Manuel Ruiz de Lopera.