Pedrosa debe seguir en Honda
Detrás de cada gran Honda siempre ha habido un gran piloto. Mick Grant y Takazumi Katayama no lo fueron y la NR fracasó en el regreso de los japoneses al Mundial en 1979, y hasta que apareció Freddie Spencer no ganaron el título. La ingobernable 'Never Ready' se transformó primero en la NS (1984) y después en la mejor moto de todos los tiempos, la NSR que con él mismo en 1985 y después con Gardner (1987) y Lawson (1989) lograron sendos títulos. Y llegó 1990, el annus horribilis de Honda. Doohan y Gardner no pudieron hacer nada contra Rainey y su Yamaha y la Suzuki de Schwantz: ¡diez carreras sin ganar! Un récord negativo que se igualará hoy como no venza una Honda en Assen (llevan nueve carreras sin triunfar). ¿Y qué pasó? Honda apostó por seguir trabajando con Doohan, cerrando la crisis con cinco coronas consecutivas. Luego, ya saben, la NSR se jubiló consiguiendo otro último con Rossi, piloto que estrenó la ya tricampeona RC211V.
Y llegamos a 2007, segundo annus horribilis de Honda y primero para Dani Pedrosa. Los ingenieros han errado el desarrollo de la RC212V pero, ojito, se supone que con la complicidad del piloto y de Alberto Puig. Por eso no entiendo lo de coger las de Villadiego (¿Suzuki?). Lo que hay que hacer es lo que hizo Doohan: trabajar, trabajar y trabajar. Porque, no nos engañemos, en la única marca en donde el español podrá batir con toda seguridad a la Ducati de Stoner o a Rossi es en Honda (y viceversa). Por eso en toda esta crisis percibo cierto perfume a farol.