Barker tiene algo de Nadal, Ali y Fischer
Antes de la Copa América, Alinghi tomó una decisión trascendental: la elección de su caña. Ed Baird (minucioso y conservador) o Peter Holmberg (caribeño instintivo, puro carácter). Apostaron por la mesura de Baird para combatir la agresividad de Dean Barker, tiburón kiwi. Dos días después, Barker ha ganado ambas salidas y una regata. La historia está repleta de victorias de feroces genios sobre calculadores talentos. La maravillosa locura de Fischer desarboló a Spassky fuera y dentro del tablero en el Match del Siglo, el genio de McEnroe fundió varias veces el hielo de Borg, el racial Ali revoloteó como una mariposa alrededor de Frazier antes de picarle y el titánico Nadal ha enterrado al elegante Federer.
Los datos dicen que Alinghi es más veloz en ceñidas y popa. ¿Y por qué no gana entonces? Por las maniobras, su talón de Aquiles. Barker lo sabe y exige "más madera". La idea es pasar la mayor parte posible de la regata maniobrando. El primer día realizó siete trasluchadas, ayer, 18. Suiza sudará su triunfo. Su barco gana lo que pierde su tripulación. Deciden los cañas. Y ahí gana Barker. (Posdata: Dicho estaba, si el viento era inferior a 12 nudos, ojo a los kiwis. Ayer ocurrió).