Alonso está ayudando al enemigo

Parecía que sólo eran palabras cuando decíamos que había rivalidad, y de la buena, dentro de McLaren. Lo que ocurre es que hasta que no vemos algo bien claro, muchas veces no somos capaces de creerlo. Ese piloto que frenó hasta los límites de la pista a Fernando Alonso en la vuelta 38 del GP de Estados Unidos es Lewis Hamilton. Sí, ése que lleva un coche idéntico al de él, o sea, su compañero de equipo. Y tan idéntico es ese coche, que aparte de llevar el mismo chasis y el mismo motor, lleva las mismas soluciones de puesta a punto, y esas salen de los datos del coche del español. En resumen, Alonso está ayudando a un rival a que le gane el título a él mismo. No conozco ningún deportista, profesional o no, al que le ocurra algo semejante. Es bastante lógico que quiera cambiar ciertas cosas.

Claro que Alonso no estaba contento al terminar en Indianápolis. Quien le conozca, sabe que para él ser segundo es devastador. Y si encima es segundo tras su compañero, mucho peor. Creo que la realidad de todo esto la veríamos en la hipotética situación de que Alonso no corriese algún gran premio. Así, Hamilton estaría solo ante el peligro. Tendría ante sí la responsabilidad que conlleva poner a punto una máquina de varios millones de euros. Sería su verdad y podríamos conocer su valor como piloto de F-1, ya que no sólo se trata de sentarse en el coche más veloz, ir rápido, no cometer errores y culminar carreras impecables como las que ha hecho el británico. Se avecinan cambios en McLaren o, al menos, Alonso intentará que los haya. De seguir todo así, para él será ayudar al rival.