Rodrigo de la Fuente, paradigma de gran capitán
En deporte, los planetas (los equipos) no giran alrededor de una gran estrella. Es al revés. Las figuras, y todos los componentes de la plantilla, necesitan un aglutinador que lidere el vestuario, un modelo a seguir en dedicación y esfuerzo. Estos hombres son los estandartes del equipo, los que dejan huella imborrable en el club, más por su carisma personal que por sus logros deportivos. Nacho Azofra en el Estu, Lalo García en el Fórum, Nacho Solozábal en el Barça, Manolito Aller en el OAR Ferrol, Corbalán en el Madrid, Berni Rodríguez en el Unicaja... O Rodrigo de la Fuente en el Winterthur Barcelona actual.
Nada se ha dicho de modo oficial, pero me temo que esta final de Liga será el adiós de Rodrigo a su amplia etapa azulgrana. Once años que han sido lo mejor de su carrera deportiva y los más triunfales en la historia de la sección. Rodrigo es el prototipo de jugador que adoran los entrenadores, que responde siempre, aunque no tenga excesivo impacto mediático. El dato sorprenderá a muchos, pero Rodrigo de la Fuente es el jugador español que más medallas ha logrado con las distintas selecciones nacionales (siete, una más que Pau Gasol y Carlos Jiménez), porque ha sido internacional en todas las categorías (minibasket, infantil, cadete, juvenil, júnior, Sub-22, promesas y sénior). Dejará el Barça con una apabullante cosecha de títulos (Liga, Copa, Euroliga, Korac...). Pero a sus 30 años aún tiene un gran futuro. Ya tiene ofertas de Valencia y Moscú para compartirlo.