Aguirre no hizo rendir a Agüero
El desastre del día del Barça no fue un accidente, sino un síntoma del mal que ha hundido al Atlético en una segunda vuelta horrorosa. Este equipo no ha tenido ambición en los momentos decisivos del Campeonato. No ha creído en sí mismo y Aguirre no ha sido capaz de imbuirle la mentalidad ganadora que necesitaba. Y eso sí que lo esperábamos del entrenador mexicano. No ha habido juego ni espíritu de equipo ni casta. Ni atención. El segundo gol del Celta el sábado pasado fue debido a que la defensa atlética se desentendió de un córner, del partido y de Yago. Todo lamentable.
Ahora ya podemos decir que los fichajes, como tantas y tantas temporadas, no han funcionado. El Kun Agüero ha sido un fracaso en su primer año rojiblanco, tanto que Aguirre ni siquiera lo está utilizando, o le saca muy poco, en estos momentos decisivos en los que el Atlético se está jugando el ser o no ser en la temporada. Cuando pase el partido con Osasuna, alguien tendrá que explicar qué ha ocurrido con el fichaje más caro de la historia del club. Al Atlético le han faltado los goles del Kun. Aguirre y el jovencísimo futbolista argentino no han sintonizado. El técnico primero decidió protegerlo por encima de lo que parecía normal, después cedió a las presiones y le dio la titularidad y al final, como si se hubiera cansado de las malas tardes del Kun, que han sido demasiadas, le ha condenado al banquillo. Por ahí, por las bajas de Maxi y Petrov, y por la defensa de verbena se ha desangrado el Atlético. El balance final, ocurra lo que ocurra ante Osasuna, es malo. Pero Europa está a tiro, aunque sea por el penoso camino de la Intertoto. Y eso le servirá a Aguirre para sobrevivir.